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sábado, septiembre 23, 2006
Esa hambre que no puede ser calmada, que es más profunda que el cuerpo mismo y que atraviesa el alma con su agudo filo.
Esa ira que enrojece el cielo y cambia el curso de las palabras para quitarles su sentido y cubrirlas de resentimiento.
Ese silencio que las palabras no alcanzan, que es tan firme y honesto que no puede ser quebrantado y parece eterno.
Esas lágrimas que no caen de los ojos porque estos nada ven, son lágrimas de sangre desbordando en el cuerpo llenas de dolor.
Esa fuerza sin sentido que se encuentra encerrada en la cárcel implacable del sentido común pero que cada día hiere más la voluntad.
Esa luz donde ya había claridad.
Esa oscuridad donde la noche no menguaba.
Eso que fortalece lo que no necesitamos y debilita aquello que nos sostiene.
Esa flor cuya belleza no nos pertenece pero no podemos olvidar.
Esa falta de amor que no tiene nada que ver con el amor.
Esa ternura encarcelada con barrotes de nostalgia.
Eso que no es, pero no sabemos si algún día fue.
Qué se puede hacer cuando se siente todo eso que es igual que no sentir nada, qué se puede hacer con esa sensación de vacío que no permite a los sentimientos fluir para entregar algo a todos o a uno mismo.
Yo prefiero no entregar nada que refleje ese vacío, o prefiero esperar, porque sé que esto viene y va, y llegará de nuevo, yo prefiero esperar y entregar algo cuando ya no despierte a mitad de la noche esperando sentirme mal y sentir ganas de llorar, que es mucho mejor que no sentir nada en lo absoluto. Qué se puede entregar al resto si uno mismo no siente nada. Yo he preferido esperar, es por eso que no he estado y es por eso que ustedes mismo muchas veces seguramente tampoco han estado.
Ya lo he dicho antes y siempre lo diré, es mejor sentir algo de tristeza o de melancolía, es mejor despertar con lágrimas en los ojos que despertar sin sentir nada, espero que cuando termine de escribir esto sienta ganas de reír o de llorar.
Esa ira que enrojece el cielo y cambia el curso de las palabras para quitarles su sentido y cubrirlas de resentimiento.
Ese silencio que las palabras no alcanzan, que es tan firme y honesto que no puede ser quebrantado y parece eterno.
Esas lágrimas que no caen de los ojos porque estos nada ven, son lágrimas de sangre desbordando en el cuerpo llenas de dolor.
Esa fuerza sin sentido que se encuentra encerrada en la cárcel implacable del sentido común pero que cada día hiere más la voluntad.
Esa luz donde ya había claridad.
Esa oscuridad donde la noche no menguaba.
Eso que fortalece lo que no necesitamos y debilita aquello que nos sostiene.
Esa flor cuya belleza no nos pertenece pero no podemos olvidar.
Esa falta de amor que no tiene nada que ver con el amor.
Esa ternura encarcelada con barrotes de nostalgia.
Eso que no es, pero no sabemos si algún día fue.
Qué se puede hacer cuando se siente todo eso que es igual que no sentir nada, qué se puede hacer con esa sensación de vacío que no permite a los sentimientos fluir para entregar algo a todos o a uno mismo.
Yo prefiero no entregar nada que refleje ese vacío, o prefiero esperar, porque sé que esto viene y va, y llegará de nuevo, yo prefiero esperar y entregar algo cuando ya no despierte a mitad de la noche esperando sentirme mal y sentir ganas de llorar, que es mucho mejor que no sentir nada en lo absoluto. Qué se puede entregar al resto si uno mismo no siente nada. Yo he preferido esperar, es por eso que no he estado y es por eso que ustedes mismo muchas veces seguramente tampoco han estado.
Ya lo he dicho antes y siempre lo diré, es mejor sentir algo de tristeza o de melancolía, es mejor despertar con lágrimas en los ojos que despertar sin sentir nada, espero que cuando termine de escribir esto sienta ganas de reír o de llorar.
6 Comments:
Aparte de post precioso. De que ya tenía ganas de leerte... tengo que decir que estoy de acuerdo contigo. Cuando no siento, parece que no estoy viva, sentir, cualquier cosa, que algo me pinche dentro, porque no sentir para mi es estar muerta, ¿y que es peor que ese vacio??... ufff...
Un besito
lunes, septiembre 25, 2006 4:44:00 a. m.
Gracias por leer Alba, le deseo lo mejor a tu mascota (con algo de envidia sana)
Las nubes tiemblan cuando el río calla...
Lindas palabras y probablemente muy ciertas, creo que unos ojos sin rostro pueden tener mucho que decir.
Saludos.
lunes, septiembre 25, 2006 9:53:00 p. m.
Yo he sentido ese vacío, una vez me dijeron, me lo dijo un profesor, que quienes sienten eso son quienes tienen demasiada profundidad en sus emociones, quienes sienten con el toda la fuerza de su corazón, que no todos llegan a sentir un vacío como lo que le describí y que parece ser lo que tu describes y que al parecer otras personas por aquí lo han sentido.
También me dijo que quienes nunca sentirán ese vacío son quienes tampoco sentirán la fuerza de sus emociones a plenitud.
No se si entenderé del todo las palabras de mi profesor, pero de alguna forma en ese momento me hicieron sentir algo, cuando creía no sentir, y me sentí bien, espero te sirvan de algo igualmente.
Ese profesor me hacía un taller sobre literatura y creo simultaneamente enseñaba algo sobre filosofía en una Universidad, pero en fin, sigo presente y espero siempre leer algo nuevo por aquí, saludos a ti y a todos quienes te visitan.
lunes, septiembre 25, 2006 10:50:00 p. m.
y escuchan también eso que sólo otros ojos pueden decir, ¿verdad?
martes, septiembre 26, 2006 12:43:00 a. m.
Ya leído ^^
Y todo se fusiona en un sólo suspiro.
martes, septiembre 26, 2006 1:45:00 p. m.
hace un par de semanas no revisaba tu blog y hoy solo por tu post entre y me lleve una grata sorpresa... escribiste otra parte de la historia!!!! por fin despues d tanta espera... pero lo trist es q no la voy a poder leer porque estoy estudiando (tengo certamen mañana), pero creeme que de mañana no pasa jejeje... es que es muy entretenida!!!
ahhh.... se me olvidaba... las cosas siempre mejoran..... en algun momento llega lo bueno ;)
te cuidas
hasta mañana jaja
c.ya!°°
miércoles, octubre 04, 2006 12:27:00 a. m.
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