<script type="text/javascript"> var gaJsHost = (("https:" == document.location.protocol) ? "https://ssl." : "http://www."); document.write(unescape("%3Cscript src='" + gaJsHost + "google-analytics.com/ga.js' type='text/javascript'%3E%3C/script%3E")); </script> <script type="text/javascript"> var pageTracker = _gat._getTracker("UA-3999337-1"); pageTracker._initData(); pageTracker._trackPageview(); </script> <meta name='google-adsense-platform-account' content='ca-host-pub-1556223355139109'/> <meta name='google-adsense-platform-domain' content='blogspot.com'/> <!-- --><style type="text/css">@import url(https://www.blogger.com/static/v1/v-css/navbar/3334278262-classic.css); div.b-mobile {display:none;} </style> </head><body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d31187192\x26blogName\x3dUn+d%C3%ADa+lluvioso\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://undialluvioso.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CL\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://undialluvioso.blogspot.com/\x26vt\x3d-5844280159193740993', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
9 comentarios | lunes, enero 29, 2007

Despacio, dentro de ese bosque lleno de luz que parecía la esencia de la vida, se movía sin dejar de llorar como si se tratara de empatía con todo lo que estaba cerca de él a cada uno de sus pasos. Lloraba invadido por muchos recuerdos y sentimientos que existían dentro de ese bosque, a cada paso, no dejaban de caer lágrimas de sus ojos, y podía ver muchos momentos vividos por alguna persona en algún otro momento desconocido, lo veía en la luz que colmaba ese bosque, en esa luz que parecía la vida misma y que le mostraba lo que le había entregado a otros mucho antes. A sus pies crecía musgo y plantas con el caer de sus lágrimas, y luego estas se evaporaban transformándose en más luz y en más recuerdos que flotarían ahora para siempre en ese lugar.

A pesar de su lento paso, llegó un momento en que se encontró de frente con un gran árbol al que parecía converger toda la luz del lugar, su verde no era verde, era algo más intenso e indescriptible, el sólo mirarlo le daba a entender que había llegado al final del camino y que podría formar parte de él, o volver sobre sus pasos, llorando por emociones ajenas y propias, para encontrarse nuevamente con quienes no querían que los dejara. Pero quién no escogería formar parte de ese verde intenso, poder recibir toda esa luz, toda esa vida y fundirse con todas esas emociones.

Despacio su forma se fue desvaneciendo, ya ni él mismo recordaba cómo había sido antes, poco a poco ya no era lo que antes de entrar a ese bosque fue, poco a poco formaba parte de algo que nunca terminaría de crecer, de la vida misma tal vez. Ya no recordaba a quienes dejaba atrás, ni a quienes jamás conocería. Otros, más adelante, antes de llegar frente a ese mágico árbol, podrían ver parte de esos recuerdos que él ahora liberaba de sí mismo, otros podrían tal vez sentir lo que él había sentido mientras lentamente caminaban el mismo sendero que él había recorrido. Ahora era parte de todo, era luz, era emociones, era momentos, recuerdos, era sueños.

En algún lugar, había personas sintiendo dolor por alguien que los estaba dejando. Sin saber que ahora esa persona era parte de algo que los envolvía y de lo que algún día, ellos también serían parte.

9 comentarios | jueves, enero 11, 2007

Y el tiempo se detuvo a observarlo.

¿Será que estoy muerto entonces? ¿Será por eso que el tiempo no transcurre y parece quedarse viéndome? Parece mirar con desprecio mientras mi orgullo y mis anhelos caen y en lugar de continuar, simplemente se queda y no puedo esconder la vergüenza frente a sus invisibles pero penetrantes ojos de miles de años de profundidad.

Y el tiempo no hacía más que observarlo.

Si no siento mis latidos, será entonces que estoy muerto, por eso me observas, porque de este lado nada avanza y nada muere, tengo miedo de que nunca dejes de mirarme, por favor sigue tu camino.

Y el tiempo, inmóvil, lo miraba.

Es todo tan oscuro entre estas paredes que siento tan cerca, ¿Por qué me has encerrado entre ellas? Por qué insistes en mirarme, por qué no soltar mi pobre alma que llora por su libertad, por qué no acabar con mi ceguera, por qué no dejarme ver algo que no sea tu oscuridad. Te suplico, tiempo.

Pero el tiempo no dudaba.

¿Qué no tienes nada más que hacer?, hay un mundo que muere a cada segundo de tu paso, ¿qué no prefieres dejar atrás a todos ellos?, ¿por qué prefieres parar a sofocarme?, ¡por qué no avanzas maldito tiempo!, ¡¿que no es ese tu único trabajo?! ¡Déjame y molesta a alguien más!

Pero el tiempo seguía quieto, observándolo.

¡¿Qué quieres que haga?! Si ya sé que mientras tu avanzabas, era yo quien no hacía nada, no arreglaba los errores, no me levantaba luego de caer, ¡pero soy yo quien decide eso maldito tiempo! ¡¡No me veas de esa forma!! ¡¡Tu no debes detenerte!! ¡¡Libérame de estas paredes!! ¡Deja que escuche mis latidos! ¡¡Devuélveme mis latidos!!

Y el tiempo parecía divertirse mientras lo miraba.

¡¡Ya nunca más dejaré las cosas inconclusas!! ¡ya nunca callaré lo que siento!, nunca dejaré de caminar y seguir tu paso… tiempo, por favor. No entregaré mi orgullo, sólo quita estas malditas paredes, sólo sigue tu camino y prometo que elegiré uno para mi. Avanzaré, ¡¡por favor llévate tu fría oscuridad!!


Mi corazón comenzó a latir, tan cansado… Lentamente me levanté mientras las paredes se abrían, lentamente caminé sin saber realmente si lograría avanzar, pero era mejor ver al tiempo alejarse que verlo siempre observándome, pase lo que pase, intentaré caminar, intentaré aprovechar el tiempo, y no dejar que el tiempo se burle de mis caídas. Ahora camino con miedo, pero puedo escuchar mis latidos.